Paracas se ha convertido en una de las ciudades perfectas para los deportes extremos y de aventura, en este caso para el Perú 8mil X-tremo, una carrera con dos modalidades: Trail y duatlón, que consistía en 26K de trail y 63K de ciclismo, pasando por terrenos de trocha carrozable, arena, pista de sal, todo esto en la Reserva Nacional de Paracas.
Aceptar
un desafío es sencillo. Lo difícil es superarlo. Ese fue el sentir de los
atletas que llegaron hasta Paracas para enfrentar el Perú 8mil X-Tremo. Una vez allí, dar la vuelta es casi imposible,
solo queda afrontar y demostrar tu capacidad.
La
ruta diseñada por los expertos de Perú 8mil hizo que la carrera tome un
carácter de nivel. Surcar arenas, pistas de sal y terrenos agrestes, combinado
con la brisa y el calor incesante, obligaba a los atletas a tener mayor
concentración, donde el peor enemigo es la soledad del desierto. La única voz
que escuchas es la de tu pulso a mil. No hay más que tus pasos borrados por la
arena desafiante.
Desde
las 7 de la mañana, los competidores fueron llegando hasta la Bahía de Paracas;
algunos de ellos con amplia experiencia, pero que frente a la naturaleza, el
respeto se renueva al primer paso. Jóvenes, adultos, mujeres y hombres, conformaron
un grupo de valientes guerreros que buscaban la gloria, un reconocimiento
interno, capaz de elevar la confianza en la vida.
Rezos,
cábalas y frases de aliento a viva voz se hicieron comunes a pocos minutos de
la partida. El Perú 8mil X-Tremo
ofrecía dos retos; Trail Running y Duatlón. Correr 25.5K, y para los de duatlón
subirse luego a una bicicleta y continuar a lo largo de 63K, no es cosa de
todos los días. El momento llegó. Cerca de 100 valerosos atletas cruzaron la
línea que puso a prueba, no solo al estado físico, sino al mental, donde el
desierto se encargaría de mermar esfuerzos. El desafío había comenzado. El
recorrido inició en el Hotel La Hacienda Paracas, que tras los 88.5K, debían
volver al mismo punto.
La
competencia de Trail Running estuvo de candela. Un grupo de corredores logró
separarse del grueso, y durante toda la carrera Juan Carlos Rojas y Jhon
Salinas se turnaron con el primer lugar. Sobre el final, el ayacuchano Juan
Carlos Rojas consiguió una ventaja de tan solo 41 segundos, que a la postre lo
coronaría como el ganador. Emoción y suspenso, ingredientes que le dieron color
al siempre difícil reto de correr en Paracas.
Mientras
tanto, en Duatlón, Vladimir Figari tras alcanzar los 25.5K de trail, se
preparaba para subirse a su bicicleta que lo llevaría a la meta. El
experimentado ironman dejó atrás a
sus cercanos perseguidores y obtuvo la gloria sin mayores contratiempos.
Y
como dice el dicho, detrás de un gran hombre, hay una gran mujer. En el Perú 8mil X-Tremo no fue la excepción.
Daniela Morales Bermúdez superó sus límites y se hizo de la Duatlón – Mujeres.
En Trail Running, Marylin Enríquez alcanzó el primer lugar en esta difícil
prueba.
Fue
una carrera de largo aliento, ambientada en uno de los más bellos parajes de
nuestro país. Paracas recibió, esta vez, a un grupo humano capaz de enfrentar
miedos y obstáculos. Los ganadores fueron todos, ese fue el mensaje para los
que decidieron aceptar el reto y cargar con la responsabilidad de representar
al optimismo.
Perú
8mil no solo promueve carreras, sino también una filosofía de vida que es capaz
de calar en lo más profundo de nosotros. Superarse constantemente, competir con
uno mismo para alcanzar premios anímicos que alimentan el orgullo y confianza
para continuar con lo nuevo y misterioso que nos depara la vida.
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